Yo odio las mentiras que vía
aguja hipodérmica me mantenían apartada de sus realidades. Apartada, mas nunca
engañada. Pero amo que por las consecuencias de esos actos hoy tenga mejor vida
que él. (Mi ex)
Odio recordar las cosas que
se me fueron arrebatadas, cosas que ahora los 'dueños de lo ajeno' se 'feriaron'.
Pero amo saber que por decencia trabajo para ganarme la vida mientras aquellos
comisionan por robo, (debe ser bastante) pero la paz interior de un ser humano
no tiene precio.
Odio a esos 'servidores'
cuyos taxímetros parecen cronómetros. Los comparo con los de arriba porque
estos roban, no trabajan. Amo saber que son infelices, porque el trabajo
honesto es gratificante pero el asalto maquillado suele ser pagado con lanzadas
brutales de puerta, y un "taxista hijueputa" que debe doler en el
alma.
Odio a los policías que
inexplicablemente dan más miedo que los choros. Los odio por creer que saben
más de leyes de tránsito que yo (y no es que sepa mucho pero el sentido común
es más y los chapas, de esto, carecen). Los odio por los Restrepo, por el caso
Fybeca, por el 30s, por Edison Cosíos y ahora por George Murillo. Por corruptos
e incompetentes. Y definitivamente no, no amo nada de 'estos', ni siquiera nos
hacen sentir seguros.
Odio el sensacionalismo, la
prostitución de la imagen, el zoom excesivo a las 'chichis faradulescas', a las
personas que se prestan para esto. A los entrometidos faranduleros que saben
todo y lo que no, se inventan. Los odio por inventarle historia hasta al
tendero de la esquina, porque después de darles 'fama', no hay quien les baje
el ego. Por puercos y puercas (es que no solo van a joder al pueblo, también se
prostituyen en los medios por un mejor sueldo). Por hacer un trabajo poco ético
y ser cómplice de la idiotización de las masas en esos programuchos sin valor y
hacer que todos vean a las mujeres como objeto, puro cuerpo y nada de cerebro.
De esto solo amo saber que los decentes somos más.
Odio a los grafiteros de
tiempo improductivo, que después de pegar los chicles en los asientos del bus,
rayan todo lo que se les atraviesa. No se si es por su frustración artística o porque
dibujan con los ojos cerrados pero los odio. Por ensuciar el arte que algunos
con paciencia y TALENTO dibujan en murales inmensos, ideas que con verdadera
creatividad y técnica le dan color a paredes muertas. Amo saber que ahora dan más
espacio a esos artistas para que demuestren sus habilidades.
Odio al ecuatoriano violento,
al descortés, al machista, al gargajeador, al que dice con total vulgaridad
«pss pss» para llamar la atención de las 'mamacitas' y solo amo saber que
ninguna mujer decente les va a parar bola y que eso tarde o temprano les hará entender
que ESA NO ES LA FORMA.
Odio manejar en tráfico
porque me acuerdo del incompetente payaso que tenemos como alcalde. Odio
manejar en general porque me rebasan y pitan los que más adelante encuentro volcados
en la Simón Bolívar. Por jugar con la vida de los demás, por irrespetar al
peatón que a veces también se pasa de bruto toreando los carros al cruzar las
calles que OH! coincidencia tienen puentes peatonales los cuales ignoran de vez en cuando. De todo esto, lo único que amo es llegar a mi destino sana y salva.
Odio, odiamos, a todas las
empresas que brindan productos y servicios 'a medio gas'. De mala gana,
incompletos, estafando y asaltando el bolsillo a quienes cumplen con pagarles
pero reciben a cambio una sarta de incompetencias y servicios de mala calidad.
(Telefónicas, entidades públicas, bancos, etc.)
Odio a los que se quedaron con lo prestado, no les da ni vergüenza hacerse los locos.
Odio a los que se quedaron con lo prestado, no les da ni vergüenza hacerse los locos.
Odio la política sucia, la
vulgaridad de nuestros presidentes pasados, el descaro con el que se roban la
plata, odio que nos crean idiotas pasivos, que con prepotencia y poca
tolerancia creen diferencias irreconciliables. Odio el odio que crean entre
estratos socioeconómicos. Odio sus ideologías fracasadas y su poca atención
hacia las prioridades. Odio que personas sin mínima idea de política conformen
el circo asambleístico. Y tan solo amo saber que por el momento, a pesar de
todo, nuestra situación es más estable que la de otros países.
La lista es larga pero en
fin, seguramente se identificarán con todo esto. El odio no es bueno, pero
suele ser inexorable. Los actores malvados son plagas en todas las sociedades por ello nos distinguirnos y nos convertimos en héroes porque somos el pilar de la sociedad
digna y le brindamos estabilidad al mundo.